
El año 2025 ha traído una dura realidad sobre los esfuerzos climáticos globales, con temperaturas en aumento, fenómenos meteorológicos extremos y objetivos climáticos incumplidos que dominan los titulares. Según datos recientes, el mundo está en camino de superar el límite de calentamiento de 1,5°C del Acuerdo de París, con consecuencias devastadoras para los ecosistemas y las sociedades humanas.
Los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, huracanes e inundaciones, son cada vez más frecuentes e intensos. Los científicos atribuyen esta tendencia al calentamiento global, que altera los patrones climáticos y agrava los desastres naturales. Por ejemplo, el verano de 2025 en Europa y América del Norte ya ha registrado temperaturas récord, mientras que partes de Asia enfrentan lluvias monzónicas sin precedentes.
A pesar de la urgencia, los objetivos climáticos globales se están escapando de las manos. Un informe reciente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) destaca que las políticas y compromisos actuales son insuficientes para limitar el calentamiento a 1,5°C. El informe exige reducciones inmediatas y drásticas de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero el progreso sigue siendo lento.
En una nota positiva, la adopción de energías renovables se está acelerando, con la energía solar y eólica contribuyendo significativamente a las redes energéticas globales. Sin embargo, los expertos advierten que, sin políticas más fuertes y cooperación internacional, la ventana para evitar un cambio climático catastrófico se está cerrando rápidamente.